Hemos celebrado una actividad muy especial, profundamente humana y educativa, que forma parte del proyecto Memoria y Prevención del Terrorismo, impulsado por los Ministerios del Interior y el de Educación y Formación Profesional, junto con el Centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. La conferencia y el debate estaban dirigidos a los alumnos de 4º ESO y Bachillerato, quienes previamente habían estudiado el fenómeno del terrorismo en las aulas.
Los conferenciantes han sido dos víctimas de atentados de ETA: don Antonio Grajera Guerrero, guardia civil, herido con armas recortadas por un miembro liberado de la banda terrorista en Bermeo (Vizcaya) en 1980; y don Juan José Gil, un civil placentino, que estaba con sus compañeros de trabajo en una convención en Sevilla en 1986 y a quien le estalló una bomba en el baño de la habitación del hotel donde se alojaba.
Hay algo que ningún libro de texto puede transmitir del todo: la experiencia de quienes vivieron en primera persona la violencia y el dolor de aquellos años. Pero ellos no han venido a hablar desde el odio ni desde el rencor, sino a ofrecernos sus palabras como una forma de memoria viva, como un compromiso con la verdad y con la paz.
Les agradecemos profundamente su generosidad y su valentía por estar aquí con nosotros, porque consideramos que escuchar a las víctimas es una forma poderosa de construir una sociedad más justa, más libre y más humana.
Gracias por ayudarnos a comprender y a no olvidar.


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